10.9.08

UN VIEJO DEMENTE

Escribe: El Corredor fantasma
Llovía mucho, no había nada romántico en la lluvia, nada especial, solo lluvia. Yo en mi auto y muchos mas en los suyos, todos andando por las mismas calles mojadas y patinosas de la ciudad. Decidí estacionar, comprar un sándwich o algo y esperar a que parara el aguacero. No me gusta manejar con muchos autos alrededor y menos aún si esta cayendo agua de esta manera. Compré mi almuerzo (sándwich de milanesa) y preferí comer fuera del auto; debajo de un techito. A mi izquierda, también cobijándose debajo del mismo techo, y rodeado de trapos sucios y malolientes se encontraba un “hombre de la calle”, un “viejo demente”, al que le brillaban los ojos a través de su rostro barbudo; miraba mi sándwich.
- ¿Quiere? – le pregunté, comenzando a partir por la mitad el pan.
- Sí – respondió seguro. No había ni vergüenza ni arrogancia en su voz.
Le cedí su parte y comenzó a comer con tranquilidad no sin antes decirme con el mismo tono d
e voz “Gracias”. Los trapos oficiaban de abrigo, un cartón ya húmedo era su colchón y el blanco escalón de mármol de una casa que suponía no habitada su cama.
- Que día…- dije por decir algo.
- Sí – dijo él, más por cortesía que por interés.

- Supongo que para usted estos días deben ser los peores.- Paró de masticar, luego terminó de tragar la porción de milanesa que tenía en la boca, se limpió con el revés de una mano sus labios y me preguntó:
- ¿Porqué piensa eso?
- Por la lluvia… debe ser incómodo… – dije esto y por alguna razón me sentí ridículo.
- Ah, por la lluvia. – me cortó rápidamente como haciéndome el favor – No crea que está tan malo que llueva. En realidad cuando se lleva la vida que llevo yo todo es un problema: comer, dormir, ir al baño, oler bien, la lluvia, el sol, el frío, el calor, el peso del día que estas viviendo, la incertidumbre del día que vendrá y sobre todo el triste recuerdo de los días pasados. Todo es problema ¿Sabe cual es el peor de todos los problemas para mi?
- ¿Cuál?
- Cuando duermo sueño, y en el sueño todo lo que le acabo de decir no existe, hay otras cosas, otras cosas… ni siquiera se si llueve en los sueños, ahí la paso mas o menos bien y creo que ese es el peor de los problemas, todos los días.
- ¿Soñar?
- No. Despertarme.- respondió seguro. No había ni vergüenza ni arrogancia en su voz. Tampoco júbilo ni desesperanza. Asentí con la cabeza y decidí que debía continuar camino, no tenía nada más que hacer allí, el hombre continuó comiendo y le cedí la botella de agua mineral que me había comprado.
- ¿Sabe? – me animé a decirle – Cuando lo vi pensé que era un viejo demente.
- Cuando me convidó sándwich yo creía que el demente era usted – dijo e hizo una pequeña pausa, miró la botella de agua y continuó – pensándolo bien aún sigo creyendo lo mismo de usted. – y rió mostrando sus dientes, sus restos de milanesa y su corazón.
Me marché rodeado de otros autos por las mismas calles y bajo la misma lluvia. Pensé que esto no debería ser para mí un gran problema.···


El Corredor Fantasma es eso: "fantasma" no tenemos mayores datos de él.

La imágen corresponde a una obra de Juan A. Roda. de la serie Retrato de Un desconocido Num.5

No hay comentarios: