HUIR DE MI

Escribe: El corredor fantasma

Estaba yo en mi bólido, parado en un semáforo, con la mente en blanco y negro, como si fuera una senda peatonal, concentrado en la nada… esperando pasivamente el color verde que me haría despegar de esa esquina, algo sonaba en la radio y nada, absolutamente nada de la cotidianidad ciudadana me sobresaltaba… hasta que pasó él…
No sé cual era su apuro, no sé si iba detrás de un colectivo, un amigo, un algo, no sé… no miraba hacia atrás así que supuse que nadie lo perseguía; corría porque iba detrás de algo y para mí personalmente ir detrás de algo es bueno, por mas que no soy reflejo de ese pensamiento.
El muchacho aquel iba detrás de algo, pero de una forma horrenda, corriendo de una forma espantosa, destartalada. Pasó delante de mi auto haciendo gran ruido con sus zapatotes gigantes de colegial, la boca abierta hasta el punto de no poder retener algunos hilos de saliva que quedaban pegados en la comisura de sus labios, el ceño fruncido como si eso fuera a darle algún beneficio de velocidad… los brazos, mangas celestes rellenas de trapo flameaban sin ton, sin son y el portafolio que sostenía en una de sus manos se transformaba en un arma peligrosa para cualquier persona que estuviera cerca de aquel chico gris, su piel era gris. Creo que Dante describió algo parecido a este muchacho en alguno de los niveles de su infierno.
El plac! plac! plac! de sus pies me molestaba, no se porque era necesario que corriese de esa forma. Era tan insoportable para mi su figura, su presencia, que bajé del auto, quería gritarle, golpearlo hacer algo para que deje de correr de esa forma… cambió de color el semáforo y no me importó, estaba a punto de perseguir corriendo a aquel energúmeno de no mas de quince años para agarrarlo del cuello y explicarle muchas cosas, hasta que de pronto algo paso volando cerca de mí en dirección a aquel chico, algo que casi lo golpea, cayó muy cerca de él… era una banana. Se dio vuelta al ver que la banana no le había pegado e hizo unas morisquetas ingenuamente ordinarias hacia donde estaba yo, pero no estaban dirigidas a mi; del otro lado de la senda peatonal un grupo de cuatro o cinco muchachos gritaban cosas para nada ingenuas pero muy ordinarias, escuche a uno decir “Cambió vamos!!!” Había cambiado el semáforo y estos pibes iban con diferentes cosas en las manos a perseguir a aquel que tanto odio me había generado…
-¡Hey! – dije, amedrentando al grupete – dejen de molestar o los cago a patadas en el culo… -
-No señor lo que pasa – intentó explicar alguno.
-"Lo que pasa" ¡un carajo!, no rompan las pelotas, vuelvan para allá o cobran.- bramé con los puños cerrados. Los muchachos asustados huyeron hacia el otro lado.
Volteé y vi que el otro chico, el que corría solo ya estaba muy lejos, me subí al auto, espere la luz verde y me fui avergonzado. Al final no iba detrás de nada aquel chico, tan solo huía de un grupo de muchachos rapaces y de algún modo también huía de mi.···
Del Corredor Fantasma no tenems mayores datos, estamos pensando seriamente la posibilidad de que sea un fantasma de verdad.
La imagen pertenece al artista cubano Reinerio Tamayo.
Título: "Extraño hacia el 3000". Mas de este artista en: www.artamayo.com