8.10.08

DOS LUNAS

Escribe El Corredor Fantasma
En uno de mis extensos paseos automovilísticos fui a parar a un pueblo llamado Yaguer. Un pueblo como muchos, bastante alejado de los trópicos y sin pretensiones de ser nada mas que un pueblo sencillo; allí conocí a Aurelio Balet, un señor simpático con muchos años mágicamente disimulados gracias al entorno natural del lugar. Él fue quien me contó algunas anécdotas graciosas de la gente de allí, y también fue él quien me contó la principal historia de Yaguer, la de las “Dos Lunas”.
-En Yaguer antes habían dos lunas – me confesó con una mirada que lograba confundirme; no me daba cuenta si era de complicidad o de sorna. – Una muy similar a la otra. Una salía por allá y la otra por allá – me indicó con sus brazos y se quedó así un ratito, abrazando el viento.
- ¿Dos lunas? – pregunté.
- Sí, así como escuchas.- continuó – pero estamos hablando de hace mucho tiempo, yo apenas era un nenito, las pude ver solo un par de veces. Ahora ya no están más… ahora solo se ve una como en todos lados.
- ¿Cómo puede ser?
- Es que en aquellos años al igual que ahora Yaguer era un pueblo muy tranquilo. Las comunicaciones no eran cómo ahora, gracias que teníamos un telégrafo, después un teléfono y no mucho más… entonces los habitantes de aquella época, mi abuelo incluido, pudieron mantener el secreto de las dos lunas; es que nadie quería tener montones de personas extrañas pululando en las noches de Yaguer para ver el fenómeno del cielo. Luego los aparatos, la tecnología, las antenas, todo eso hizo que las noticias corrieran mas rápido que Mercurio… ¿Sabes quien es Mercurio?
-Si - le dije y señalé a mi bólido estacionado, el sonrío y continuó:
- Así que comenzaron a hacer cosas para que la gente que venía acá no lograra ver la segunda luna, ¿ves aquel monte de pinos? Eso no existía, lo sembraron para que cubriera la luna en las primeras horas de la noche, y esas dos montañas también fueron levantadas piedra por piedra para que la escondiera el resto de la noche y aquel ombú grande y añejo, lo trajeron de otro lado y tapa el momento en que la luna se va a ocultar tras el horizonte… tan en serio se tomaron la tarea de encubrimiento del astro que ahora ni nosotros mismos, los habitantes de Yaguer, podemos encontrarla en el cielo… dicen que solo se puede ver desde una de esas montañas, pero… ¿Quién iría a subir? Nos conformamos con saber que por algún lado está.-
Terminó la historia y empezó a hacer apreciaciones de mi auto, creo que fue para que no le haga preguntas sobre la segunda luna.
Esperé que venga la noche y me aventuré a trepar una de esas montañas que servían de escondite de la misteriosa protagonista de la leyenda de este pueblo. Una vez (y por fin) en la cima, varias horas después de comenzar el ascenso, me encontré con el más maravilloso cielo que haya podido imaginar, sembrado de estrellas y con una sonrisa gigante y blanca que la luna, la que todos conocemos, me echaba desde las alturas. Busqué la otra, la que supuestamente símil a esta flotaba por alguna otra parte del firmamento, pero nada, no había nada, ninguna segunda luna. Volví a mirar de reojo a la original y me di cuenta que sí, que estaba sonriéndome, porque yo era la víctima y ella la cómplice de Don Aurelio Balet y su historia de las dos lunas.

Sospechamos que El Corredor Fantasma proviene de alguna parte del Uruguay, ya que ha demostrado cierto interés en los resultados de los partidos de fútbol que disputa la selección de ese país.
La imagen pertenece a la artista japonesa Yosuke Ueno. Título: Star

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